EL MAESTRO DEL MES.../ IL MAESTRO DEL MESE...

EL MAESTRO DEL MES.../ IL MAESTRO DEL MESE...
"Las mujeres se visten igual en todo el mundo: se visten para molestar a otras mujeres..." (Elsa Schiaparelli)
"Le donne del mondo vogliono tutte lo stesso vestito: quello che dà fastidio alle altre..." - (Elsa Schiaparelli)

sábado, 28 de febrero de 2009

EL TRAJE DE PASQUALE (para los que han leido "Gomorra" de Roberto Saviano) - Il Tailleur de Pasquale (per chi ha letto "Gomorra" di Roberto Saviano).

Hace algunos meses leí un libro bastante impactante que describe valientemente una realidad tan sórdida como cruel. Estoy hablando de “Gomorra”, la novela en la que Roberto Saviano hace un viaje a bajos fondos de la región de la Campania.


No voy a hacer una recensión minuciosa de la obra, porque por mucho que me guste leer, hay especialistas que me podrían dar mil vueltas en el asunto y cada uno sabe sus limitaciones. Puedo decir que es un libro que me ha gustado mucho, pero su análisis se lo dejo a los críticos y expertos.


Yo simplemente os quiero a hablar sobre un capítulo que me ha generado algunas dudas. Un capitulo en el que se habla de la relación del mundo de la moda con el de la Camorra, (la mafia napolitana, para entendernos).
En el capitulo dos, Saviano, cuenta cómo las grandes firmas italianas van a Nápoles y asignan en una especie de subasta la confección de sus prendas al mejor postor. Cuentan como el “made in Italy” se sostiene, porque gracias a un sistema de trabajo muy económico y gestionado por la Camorra no hace falta marcharse a confeccionar a China. Habla también de un camorrista llamado Pasquale, sastre de un taller dirigido por un clan de mafiosos.
Pasquale realiza prendas impecables para conocidas firmas, hasta que un día ve a “Angelina Jolie” posando la noche de los Oscar con un traje que el mismo había confeccionado. Un traje famosísimo, pero por el que a él solo le pagaron una miseria. El autor narra el desencanto del hombre y de cómo tal episodio lo aleja definitivamente del mundo de la moda.


Aunque en el libro no se hace alusión directa al diseñador, la descripción es tan precisa que es fácil encontrar una foto de la prenda en cuestión.
El traje en concreto es este Dolce&Gabbana con el que la actriz acudió en el 2001 a los Oscars, y no el vestido blanco con el que acudió a la gala del 2004 como se afirma el blog
“Lo que yo te diga”.
Naturalmente, no pongo en duda las vivencias que haya podido tener el autor en determinadas circunstancias, pero sinceramente la historia de Pasquale me resulta por lo menos bastante inverosímil, o como mínimo un poco fantaseada.
Evidentemente, yo no conozco los entresijos de la mafia italiana.
Como muchos italianos, cuando vivía allí, de oídas he tenido noticia de las extrañas relaciones que han vinculado algunos famosos diseñadores con el círculo de la “mala vita”. Es decir, mi conocimiento si limita a las noticias del “telegiornale” y a algún que otro libro sobre el tema…


Sin embargo, conozco lo suficientemente bien el proceso de producción de las casas de moda ese país, como para desconfiar de la historia que se cuenta en ese capítulo.

Hace años, tuve la suerte de trabaja en una famosa casa toscana, competencia directa de Dolce&Gabbana. Allí se vestían entre estampas de leopardo y plumas, artistas como Shakira, Enrique Iglesias, Britney Spears, Patty Pravo, y un largo etc…
Más tarde trabajé para otra firma, también muy famosa pero con otro tipo de clientas, quizás de gusto más sobrio, pero siempre importantes como Catherine Zeta Jones, Zhang Ziyi, Hillary Clinton, y también aquí, otro largo etc….


Tanto en una firma como en la otra, existía una persona habilísima que se ocupaba única y casi exclusivamente de vestir a los personajes más importantes del panorama social. Se les tomaban las medidas con absoluta precisión, estudiaban el estilo del famoso analizando minuciosamente su físico, y sobre todo y en ningún caso, las prendas salían del entorno más cercano de la empresa. Todo absolutamente todo, tenía que estar escrupulosamente estudiado, hasta el embalaje…, porque a fin de cuentas se trataba de una tarjeta de visita más relevante que cualquier campaña publicitaria.

Vamos que la historia que cuenta Roberto Saviano, me parce muy bonita pero bastante improbable. Al máximo, y siempre intentando ser benévola me puedo creer que alguna firma pueda delegar la producción en alguno de los talleres de los que habla, siempre que cumplan los requisitos establecidos por el “quality controller”, (que para eso cobra lo suyo…).
Sin embargo me resultaría realmente extraño que los muestrarios originales (de los que depende la calidad de la colección), o piezas tan exclusivas como un vestido para los Oscar, se le encarguen a un costurero al que el diseñador ni siquiera conoce.


A mí esta historia me recuerda bastante a esas leyendas urbanas que aseguran que los chinos tienen los mismos bolsos que Gucci o Fendi pero por sólo 30€…
Es más, de esas leyendas urbanas mejor hablo otro día.

-------------------------------------------------------------------------------------------------
Qualche mese fa lessi un libro abbastanza shockante che descrive in modo> coraggioso una realtà così sporca quanto crudele. Sto parlando di "Gomorra" il romanzo dove Roberto Saviano fa un viaggio nei> bassifondi della regione Campania.
Non voglio fare una recensione precisa dell' opera, soprattutto perché nonostante ami leggere, sono consapevole che esistono persone molto più versate a questo effetto. Posso soltanto dire che il libro mi é piaciuto molto, ma la analisi del testo preferisco lasciarlo come vi ho già detto a critici ed esperti.
Io voglio parlare semplicemente d' un capitolo che ha svegliato in me alcuni dubbi. Un capitolo in cui si parla del rapporto fra la Camorra napoletana e il mondo della moda. Nel capitolo due, Saviano, racconta come alcune grandi firme italiane si rivolgono a Napoli per contrattare in una specie di asta per la confezione dei loro capi. Racconta come il "made in Italy" resta in piedi, grazie a un sistema di lavoro molto economico che gestito dalla Camorra evita alle ditte italiane andarsene in Cina con la produzione. L' autore parla anche d' un camorrista chiamato Pasquale, sarto in un laboratorio sostenuto dalla organizzazione criminale.
Pasquale realizza abiti impeccabili per rinomate griffe, fino che un giorno trova su un giornale ad Angelina Jolie che indossa agli Oscar un completo realizzato da lui. Un tailleur di pantalone bianco ormai famoso per cui aveva ricevuto quattro soldi. Lo scrittore racconta come questo uomo ormai deluso, lascia definitivamente il mondo della moda dopo questo episodio.
Sebbene nel libro non si fa riferimento diretto allo stilista, la descrizione e così precisa che non é difficile trovare una fotografia della mise in questione. Di fatto il capo é questo tailleur di Dolce&Gabbana che indosso la attrice nel Gala degli Oscar del 2001, e non il vestito di satin bianco che indosso nel 2004,(pur contravvenendo l' opinione del blogger "Lo que yo te diga").
Non intendo mettere in dubbio le esperienze subite dall' autore nel mondo del lumpen, a me sconosciuto, ma la storia di Pasquale in particolare mi risulta un po inverosimile e casomai un pochino fantasticata.
Ovviamente, io non conosco i dettagli della mafia italiana. Come molti italiani, la mia conoscenza si limita alle notizie sui telegiornali e a qualche libro e film sul argomento. Tuttavia , credo di conoscere abbastanza bene il processo di produzione delle case moda di questo paese come per diffidare dalla storia raccontata in questo capitolo.
Anni fa,ebbi la fortuna di lavorare come stilista per una famosa maison toscana, diretta concorrenza di Dolce&Gabbana. Lì fra stampe leopardate e piume si vestivano Shakira, Enrique Iglesias, Britney Spears, Patty Pravo, e un lungo ecc...
Più tardi, lavorai con un altra griffe, anche questa molto nota ma con un altro tipo di clienti, sicuramente di gusto più sobrio, ma pur sempre importanti come é il caso di Catherine Zeta Jones, Zhang Ziyi, Hillary Clinton e anche qui, un altro lungo ecc...
In tutte le due griffe, esisteva una persona abilissima che si occupava quasi unicamente ed esclusivamente di fare gli abiti dei personaggi più importanti del panorama sociale. Fra le sue obbligazioni vi era quella di prendere le misure con assoluta precisione, di studiare accuratamente lo stile del famoso e soprattutto, e in qualche caso i capi non uscivano mai dal ambito più vicino alla dita.
Tutto, assolutamente tutto, doveva essere passato a setaccio, addirittura persino l' imbalaggio per la spedizione...., più che altro perché alla fine dei conti questi capi sono una vera e propria carta da visita semmai più rilevante che la più cara campagna pubblicitaria.
Per questo, la storia di Roberto Saviano, sebbene mi sembra bella mi sembra molto improbabile. Al massimo, facendo uno sforzo posso credere che alcuna di queste firme possa delegare la produzione ad alcuni dei laboratori di cui parla, sempre che questi riescano a compiere i requisiti stabiliti dai "quality controller", (che per questo guadagnano un buon stipendio...).
Molto più strano mi risulterebbe che i campionari, (che sono i prototipi di cui dipende la qualità della intera collezione), o pezzi così esclusivi come un vestito per gli Oscar, lo diano a fare a un operaio che non ha rapporto alcuno con lo stilista.

A me questa storia mi ricorda molto a queste leggende urbane che assicurano che dai cinesi si trovano le stesse borse che dalla Gucci o la Fendi ma per solo 30€...
Anzi, di queste leggende ne parlerò un altro giorno.

3 comentarios:

Richard dijo...

Tremenda peli. La vi y me quedé pensando justamente en eso por mas que de moda se poco y nada.
Excelente blog. Ya te seguiré leyendo y viendo que interesante visión de la moda nos dejas.
Besos desde Argentina.

ZEPETIT dijo...

Muy dura...

Zepequeña.

Rrrrlllldjdidnckso dijo...

Jajajajaja
Se ve que de moda no sabés, pero de negocios sabes menos.