EL MAESTRO DEL MES.../ IL MAESTRO DEL MESE...

EL MAESTRO DEL MES.../ IL MAESTRO DEL MESE...
"Las mujeres se visten igual en todo el mundo: se visten para molestar a otras mujeres..." (Elsa Schiaparelli)
"Le donne del mondo vogliono tutte lo stesso vestito: quello che dà fastidio alle altre..." - (Elsa Schiaparelli)

lunes, 22 de septiembre de 2008

JUDITH EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS. Judith nel paese delle meraviglie.

Hay un tipo de bolsos que aunque nos encantan a todas, sólo algunas valientes tienen el valor de llevar con el estilo justo para no caer en la ñoñería. Son bolsos como los de Lulú Guinness , Gilli, Braccialini, y gran parte de los que firma Moschino. Las formas rescatadas de un imaginario real infinito, son interpretadas por estos diseñadores capaces de trasformar el elemento más banal en un maravilloso tesoro.
Es como si en lugar de un lápiz, tuviesen el espejo de Alicia para convertir la realidad en una fantasía palpable, loca y absurda, pero fascinante.

Hoy os voy a presentar a la pionera absoluta de este tipo de bolsos, a Judith Leiber y a su fabuloso imaginario. En este caso, advierto que para llevar una de sus creaciones, a parte del estilo antes mencionado, hace falta tener como mínimo entre 1500 y 2000 $ en la cartera. Pero soñar es gratis y conocer el trabajo de esta mujer es imprescindible para cualquier persona que le gusten los bolsos.


Judith Peto, que es su nombre de soltera, nació en 1921 en Budapest, Hungría.
Se salvó del Holocausto escapando a Suiza, pero tras la II Guerra Mundial volvió a su país y comenzó a hacer bolsos, primero en su casa utilizando las cuerdas de las sillas viejas y luego continuó en la pequeña fábrica de un amigo. “Hitler me ha puesto en el mercado de los bolsos” dijo una vez, aludiendo al hecho de que tras la liberación, Hungría estaba llena de mujeres americanas en busca de graciosos accesorios. Judith, respondió a esta demanda con un concepto de bolso nuevo, el "bolso-joya".


Un concepto que exportó a América cuando en 1946 se traslado con su esposo el oficial y pintor Gerson Leiber.
Sus primeros años en América fueron difíciles y bastante frustrantes. Fueron años en los que su talento pasaba inadvertido en la empresa de bolsos barateros donde trabajaba como empleada. Pero un día la suerte cambió, y comenzó a trabajar para los atelier más importantes de NY, como Koret o Nettie Rosenstein.
En 1963 con la ayuda de su marido lanzó su propia firma donde podía dar vía libre a su imaginación.
Sus primeras creaciones están claramente influenciadas por el arte modernista y son el resultado de horas de estudio en museos y de un trabajo muy cuidado. Son caprichos de piedras semipreciosas, de pieles de colores vibrantes y de esmaltes que recuerdan el esplendor del imperio austro-húngaro.
El “must” de la casa es la “ Minaudière-Chatelaine”, creado casi por casualidad en 1967. Se trata de un pequeño bolso metálico de noche, que llegó de la fábrica italiana con un defecto. Para disimular la imperfección se cubrió con circonitas parte del bolso, este fue el inicio de una de las creaciones más características la firma y que incluso da nombre a una tipología concreta de bolso pequeño, “la Minaudière”. Inspirada en las carteritas rígidas Art Déco de Van Cleef & Arpels.

Estos primeros modelos “básicos” han declinado en formas de animales, flores, frutas, cajas, caramelos y otras extravagancias capaces de volver locas a las celebrities. Como curiosidad, os diré, que algunas de estas cajitas están decoradas con más de 7000 cristales de Swarovsky aplicados a mano.
A parte de este tipo de carteras, actualmente en la web, podéis encontrar otros complementos como gafas, joyas e incluso perfumes.

Pero el puesto de honor corresponde siempre a las minaudières, que rescatan la esencia de la frivolidad más chic. Este tipo de bolso triunfó en las noches de los años ’80, y hoy asistimos a un revival importante.
Es como si con estas pequeñas carteras tratásemos de escapar del agobio de los bolsos grandes dónde llevamos escondida parte de nuestra vida cotidiana. En estas carteritas cabe única y exclusivamente lo básico para una velada lejos del stress cotidiano.

Como la propia Leiber dice “una mujer debe llevar encima sólo una barra de labios, un pañuelo y un billete de 100$...”, y es que si la compañia es buena basta y sobra.
---------------------------------------------------------------------------------------------
Esiste un determinato tipo di borsette che piace un po a tutte le donne, ma che soltanto alcune poche hanno il coraggio di portare con lo stile giusto. Sono borse come quelle di Lulú Guines, Gilli , Braccialini, e la gran parte di quelle firmate Moschino.
Le forme presse dalla realtà infinita, sono interpretate da questi stilisti che sono capaci di trasformare l' elemento più banale in un tesoro meraviglioso.
É come se invece d' una matita avessero uno specchio come quello di Alice per fare diventare la realtà in una fantasia palpabile, pazza e assurda, ma pur sempre affascinante.

Oggi vi voglio presentare alla pioniera assoluta di questa modalità di borse, a Judith Leiber e il suo favoloso mondo. Vi avverto, per indossare una delle sue creazione oltre al stilo adeguato a cui facevamo riferimento prima, serve sganciare un minimo da 1500 a 2000€.
Ma sognare é gratuito e conoscere il lavoro di questa donna é imprescindibile per chiunque ami le borse.

Judith Peto, che é il suo nome da nubile, é nata a Budapest (Ungheria) nel 1921.
Si é salvata dal Olocausto scappando in Svizzera, ma dopo la liberazione torno al suo paese e incominciò a fare borse a casa sua con il bordino di corda delle vecchie sedie. Poi passo a fabbricarle nella piccola fabbrica d' un amico.
"Hitler mi ha messo nel business delle borse", disse una volta, alludendo al fatto che
l' Ungheria del dopoguerra era piena di donne americane in cerca di graziosi accessori.
Judith ripose alla richiesta con un nuovo concetto di borsa, "la borsa-gioiello".
Questo "concept" lo sporto ad America quando nel 1946 si trasferì con suo marito, il pittore e ufficiale Gerson Leiber. Furono duri, i suoi primi anni in America, anni in cui il suo talento veniva sprecato in una industria di borsette a poco prezzo. Ma un giorno la sua fortuna cambia, é il momento in cui comincia a disegnare per i più noti atelier newyorchesi, come Koret e Nettie Rosenstein.
Nel 1963 con l' aiuto del suo marito, messe su la firma dove dare via libera alla sua creatività.
Le Sue prime creazioni hanno una chiara influenza dall' arte modernista , e sono il risultato di ore e ore passate nei musei e d' un lavoro molto accurato. Sono capricci di pietre semi-preziose, pelli di colori vibranti, e di smalti che ci riportano allo splendore del Impero Austro-Ungaro.

Il "must" della casa é la "Minaudière-Chatelaine". Questa borsa é nata nel 1967 in un modo casuale. Il prototipo di una borsetta da sera in metallo con baso arrotondata a forma di borsellino medievale (una Chatelaine) tornò dall' Italia con un difetto nel rivestimento dorato; per nasconderlo la Leiber ne tempestò di zirconi la base. Questa borsa fu la nascita d' una tipologia concreta di borse di piccolo formato " la Minaudière". Ispirata alle solide borsette quadrate art déco di Van Cleef e Arpels.
Dai primi modelli "basici" ha sviluppato un immaginario di animali, fiori, frutte, scatoline, caramelle e altre stravaganze capaci di fare perdere la testa alle celebrities.
Come curiosità vi posso dire che in alcune di queste borsette venivano applicati a mano fino 7000 cristalli
Swarovsky.
Oltre a questo tipo di borse, attualmente sulla web de la griffe potete trovare altri accessori quali occhiali, gioielli e addirittura profumi.

Ma il posto d' onore é sempre riservato alle "Minaudières", che risvegliano la essenza della frivolezza più chic. Queste borse popolarono le scintillante notte degli anni '80, e oggi ci troviamo di fronte la suo "revival".
Sembra quasi che con questi piccole opere d' arte, cercassimo di scappare dalla praticità delle borse grande riempite di quotidianità, per scappare a un mondo spensierato dove c'è posto solo per le cose più basiche e con le quale tute ci possiamo sentire un po' cenerentola.
Ma come la propria Leiber disse una volta: "una donna deve avere con sé solo rossetto, fazzoletto e banconota da cento". Ma con la compagnia giusta....basta e avanza.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Me encanta!!..será pr la vena naif que tengo.
Ann

Verónica Frágola dijo...

me encantaron los bolos de cartier y el vintage! estos son bastante bonitos, pero no se comparan con las preciosuras del costado!
Saludos!!

natàlia dijo...

Me ha encantado esta entrada.No había oído hablar nunca de esta creadora.Me ha venido a la cabeza un capítulo de Sexo N.Y donde a Carrie le regalan un bolsito joya de estos.Sería de esta señora???

Un beso!

Gratistotal dijo...

AY, TE ACABO DE DESCUBRIR! ERES ITALIANA? QUE GANAS TENIA DE UN BLOG ASI!